El otro día, indagando por Internet, encontré el vídeo de una niña que fue criada con animales salvajes, puesto que pasó los primeros 10 años de su vida en la selva africana, con sus padres Sylvie Robert y Alain Degre. Estos fueron los encargados de hacer el reportaje fotográfico de la pequeña.
La madre de la niña cuenta que, cuando Tippi era pequeña, su vida consistía en que los monos no le robasen su botella. La pequeña estaba en paz con los animales, les hablaba y jugaba con ellos, sin importarle que no fuesen de su especie.
También era muy cuidadosa con estos, su madre recuerda que siempre que algún elefante comía cerca de donde estaban Tippi le decía "¡mamá, cuidado, que podemos asustarlo!".
Al llegar por primera vez a la ciudad, a Tippi le asustó el ruido, le resultó difícil adaptarse a esta vida. Ya que, echaba de menos a los animales. Actualmente, Tippi tiene 23 años y estudia cine en la universidad Sorbona Nouvelle de París.
Antes de reflexionar sobre esta situación, me gustaría mostrar las fotos de la pequeña, donde se muestra como la niña hacía amistad con un elefante, al que llamaba Abu, al que se refería como si fuese su hermano, con un leopardo "su mejor amigo", con una avestruz y con un babuíno. A parte de hacerla con otros animales. Hay muchas fotos pero considero que ninguna tiene desperdicio, por ello las mostraré todas.
Después de observar todas las fotografías, es el momento de hacer una reflexión ante esta situación.
Desde mi punto de vista, no creo que sea directamente negativo criar a una hija entre animales, ya que gracias ha esto la niña estaba muy sensibilizada con la naturaleza, a parte, aprendía a cuidar todo lo que le rodeaba.
Por otro lado, cabe destacar que como veremos en un vídeo que pondré al final de la reflexión, Tippi si que se relacionaba con otras personas, tanto de su edad como de otras edades, tanto más mayores que ella como más pequeños. Por lo tanto, también ha conocido otro tipo de cultura diferente a la de la ciudad.
Tras ver los puntos positivos, desde mi parecer, el haber estado viviendo 10 años en la selva, también tiene repercusiones para la pequeña.
Puesto que, como hemos leído anteriormente, Tippi estuvo los 10 primeros años de su vida en la selva, pero después se fue con su familia a vivir a la ciudad. Le costó mucho adaptarse, le molestaba el ruido y echaba de menos a los animales.
Por tanto, para mí es un poco dilema, ya que lo habitual es criarse en una ciudad, yendo a la escuela, jugando en parques y plazas, etc. Pero me pregunto, sí Tippi era feliz, ¿Por qué criarse en la ciudad?, quizás los padres se guiaron por lo que a su hija le haría feliz, a parte de que eran fotógrafos y pasaban mucho tiempo en África. Pero claro, después al llevársela a la ciudad, hicieron que extrañase a sus seres queridos, de los que ya estaba muy lejos, los animales.
También es importante destacar, que el ser humano se adapta al medio en el que se encuentra, pero lo complicado es cómo llegó a adaptarse la pequeña a la vida en la ciudad. Aquí el papel de la integración es muy importante, deben utilizarse muchas estrategias, aunque, Tippi ya convivió con algunos humanos, por lo tanto, posee algunas habilidades sociales y conoce algunas normas. Pero aquí nos volvemos a remitir a la integración, ella conoce las normas de la cultura en la que vivió durante 10 años. La cultura de la ciudad es totalmente diferente.
En conclusión, Tippi fue capaz de adaptarse a la vida en la naturaleza, ya que fue su medio durante 10 años, fue capaz de sensibilizarse con la naturaleza plenamente, y era realmente feliz, también podemos verlo como un tipo de desarrollo personal basado en el respeto al medio ambiente y la naturaleza.
En otro orden de cosas, le costó integrase en la ciudad, que ahí sería un ámbito en el que la pedagogía jugaría un gran papel, para facilitar la adaptación, con diferentes estrategias y metodologías educativas y de aprendizaje.
Para finalizar, os dejo un vídeo de la pequeña Tippi, donde se resume su día a día en la selva.
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