El pasado 5 de diciembre el mundo
recibió una muy mala noticia, Nelson Mandela había muerto. Los conocedores de la historia de Sudáfrica
le definen como el mejor pedagogo de la política, un líder sumamente innovador
y el precursor de la no violencia.
Para mí simplemente, es un ejemplo a seguir, un hombre que lucha por sus
principios y que no tiene ni una mínima pizca de odio en su cuerpo, se merece
todo mi respeto. De hecho siempre me ha marcado una de sus frases: "Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma", la que por supuesto intento cumplir siempre y que siempre me acompañará allá donde vaya. Así que es por eso que voy a recordar su vida y los sucesos
que han ocurrido en ella y que han
marcado al resto de la humanidad de por vida.
Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Johannesburgo, en Sudáfrica.
En su país también es conocido como Madiba, nombre que después le fue dado como
título honorífico dado por los ancianos del clan y por el que es conocido
habitualmente
A los 5 años pastoreaba ovejas y becerros, posteriormente al acabar la
educación primaria en una escuela local de misioneros, estudió derecho en la Universidad de
Witwatersrand, donde se graduó, en 1942. En 1944 ingresó en el Congreso
Nacional Africano (ANC) que era un movimiento en contra de la operación de los
negros y de lucha por la igualdad con los blancos.
En 1948 tomó el poder el Partido Nacional, que creó el régimen del
apartheid que se basaba en la segregación racial. Frente a este nuevo Gobierno
el movimiento ANC presidido desde 1952
por Mandela, organizó protestas pacíficas, los cuales tuvieron mucho éxito
social, por lo que la represión se centró en ellos y encarceló a cerca de 8000
activistas, incluyendo a Mandela que estuvo en la cárcel de Johannesburgo.
En 1955, cumplidas sus condenas, reapareció en público, promoviendo la
aprobación de una Carta de la Libertad, en la que se plasmaba la aspiración de
un Estado multirracial, igualitario y democrático, una reforma agraria y una
política de justicia social en el reparto de la riqueza.
El nivel de racismo alcanzo sus límites cuando en 1956 se aprobó el plan de
gobierno de crear siete reservas de bantustanes, que eran unas zonas aisladas y
separadas del resto de la población, donde se querían confinar a la población
negra. El ANC se sublevó y se negó a tremenda desigualdad a través de
manifestaciones y boicots, lo que les hizo ser detenidos y juzgados de nuevo,
Mandela incluido, que fue liberado por falta de pruebas.
Durante el desarrollo de este juicio se produjo la matanza de Shaperville
el 21 de marzo de 1960 en la que murieron 69 negras y 180 fueron heridas, tras
que la policía abriese fuego contra una manifestación en contra de la
segregación racial. El ANC fue prohibido y tuvo que recluirse en la
clandestinidad y desde este incidente la política pacifista del grupo se
tranformó en lucha armada.
Debido a este enfrentamiento armado de ANC contra el Gobierno, su líder,
Nelson Mandela, fue encarcelado durante 27 años en distintas cárceles. Mandela fue el prisionero número 466/64, lo
que significa que fue el preso número 466 en el año 1964 en la Isla Robben,
estuvo allí 17 años de su vida, viviendo en precarias condiciones.
Posteriormente pasaría otros diez años más en otras dos prisiones diferentes.
Ya que el gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones de que fuera
puesto en libertad. Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el
apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la
falta de libertad de todos los hombres negros sudafricanos.
Mientras estaba en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido
como el líder negro más importante en Sudáfrica. En prisión, él y otros
realizaban trabajos forzados en una cantera de cal, ya que los prisioneros eran
segregados por raza y los negros eran los que recibían menos raciones, y los
que tenían que realizar los trabajos más duros.
Aprovechó el tiempo entre rejas para estudiar por correspondencia a través
del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de
Licenciado de Derecho.
A lo largo del encarcelamiento de Mandela, las presiones locales e
internacionales sobre el Gobierno de Sudáfrica para dejar a Mandela en libertad
fueron notorias, y en 1989 las autoridades de Sudáfrica se encontraron en una
situación delicada cuando el presidente Botha sufrió un derrame cerebral y tuvo
que ser sustituido por Frederik Willem de Klerk, que fue el único presidente que
accedió a liberar a Mandela y erradicar la segregación racial en 1990, ambos
mantuvieron varias reuniones y negociaciones para buscar una democracia
igualitaria en Sudáfrica. Este proceso les valió tanto a Mandela como a
Frederik el Premio Nobel de la Paz en 1993.
Finalmente las elecciones de 1994 convirtieron a Mandela en el primer
presidente negro de Sudáfrica; desde ese cargo puso en marcha una política de
reconciliación nacional, manteniendo a De Klerk como vicepresidente, y tratando
de atraer hacia la participación democrática al díscolo partido Inkhata de
mayoría zulú.
Así que el 10 de mayo de 1994 Nelson Mandela se conviritió en el primer presidente
negro de Sudáfrica tras unas elecciones democráticas, desde ese momento todos
sus esfuerzos estuvieron destinados a la reconciliación nacional, tratando de
unir a todos los partidos políticos y minoría étnicas. Mandela mantuvo al
anterior presidente Frederik Willem de Klerk del Partido Nacional como
Vicepresidente y ambos trataron de unir la causa al partido Inkhata de mayoría
zulú.
Finalmente el gobierno de Mandela terminó el 16 de junio de 1999 y cedió el
cargo a Thabo Mvuyelwa Mbeki miembro de su partido político el Congreso
Nacional Africano.
Pero durante todos sus años de presidente, a parte de dar ejemplo, como persona y como presidente, a todo el mundo, dejo para la eternidad algunas frases o algunos discursos, que deberíamos de aplicarnos todo el mundo, algunas de ellas son:
Despúes de todo esto, sólo me queda decir que sin duda alguna ha sido una
de las personas que más ha hecho por conseguir igualdad, libertad, derechos…
para el pueblo negro. Y que gracias a su mensaje, no sólo ha conseguido una
innovación en su país, sino en muchos más, él solo ha conseguido una innovación
política internacional, como algunos dicen “Él ha sido uno de los grandes
hombres que marcan el final del siglo XX
y el inicio del siglo XXI ”.
Le despedimos sabiendo que ‘Él es único y que jamás habrá nadie como él’,
porque básicamente será casi imposible encontrar una persona con tal nivel de
compromiso, dedicación y cualidades.
Está perdida duele a todo el mundo, pero la verdad, es que gracias a este
momento, se ha visto que todo aquello por lo que lucho, a día de hoy sigue
vigente, ya que todo el pueblo sudafricano, tanto blancos como negros, ante tal
noticia se han consolado unos a otros y le han querido dar su último adiós,
pero no sólo el pueblo sudafricano muestra su luto sino que internacionalmente,
la mayoría de las personas también estamos con ellos.
Así que en definitiva, sabemos que es
una gran pérdida para todos, pero
logrará lo que muy pocos han logrado y lo que muy pocos lograrán y es que lo
recordemos de por vida, lo recordaremos esencialmente gracias a los valores que
defendía, por los que luchó y por lo que sacrificó su vida.
Así que en definitiva, se fue un líder único, quien deja el más grande
legado político para el mundo moderno, legado que no todos han seguido pero que
se está a tiempo de aplicar, a pesar de su partida.
Madiba, Descansa en Paz.
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